Tipos de energía que se utilizan en el hogar

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Tipos de energía que se utilizan en el hogar

La técnica, considerada como aquella actividad mediante la cual el ser humano interviene en su entorno y lo hace favorable para su supervivencia y su confort, ha moldeado la forma en que hacemos del mundo nuestro hogar. Esencialmente, la técnica se trata de la transformación y la redirección de los tipos de energía que se encuentran en la naturaleza para satisfacer nuestros deseos.

Haber domesticado la electricidad y ponerla a nuestra disposición, al punto de que baste con conectar un aparato al tomacorriente de la pared para usarlo a nuestra discreción, es sorprendente. Pero nos surge una pregunta, ¿qué tipos de energía encontramos en nuestro hogar? ¿Cómo es posible que estén disponibles para satisfacer nuestras demandas cotidianas?

Para responder estas preguntas es necesario considerar qué es exactamente la energía, el modo en que se transforma y se manipula para hacerla funcional.

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¿Qué es la energía?

En física, la energía es la capacidad intrínseca de los cuerpos para realizar un trabajo; también, la capacidad de transformarse a sí mismos o estimular cambios en otros. Es un concepto muy amplio que abarca una multitud de fenómenos muy diversos entre sí.

Desde las fuerzas magnéticas, pasando por la luz del sol, y extendiéndonos a la reacción química desencadenada en la combustión… eso es energía. Claro, son muy distintas las manifestaciones con que se presentan en el mundo, pero a fin de cuentas se trata de energía.

Veamos cuáles son y en qué consisten estas principales formas de energía.

Principales tipos de energía en el mundo

Energía mecánica

Este es el tipo de energía que por antonomasia se nos viene a la mente.

Energía cinética

Se trata de la energía que todos los días vemos: la que se manifiesta de forma evidente en el movimiento de los cuerpos físicos. Esta energía de los cuerpos en movimiento es la energía cinética. Pero no es la única manifestación de la energía mecánica.

Energía potencial

también se considera energía mecánica. Hace referencia a la energía almacenada de un cuerpo gracias a la posición en que tal cuerpo está; posición que debe ser considerada respecto a su campo y respecto a otros cuerpos.

Hay una relación entre la energía potencial y la energía cinética. Pensemos, por ejemplo, en una pelota en lo alto de una escalera. Diremos que esta pelota tiene mayor energía potencial que otra que está a nivel del suelo; pues en cualquier momento, aplicándole una fuerza, puede precipitarse hacia abajo y convertir su energía potencial en energía cinética.

Energía química

Este es un tipo de energía con el que interactuamos a diario sin darnos cuenta de ello. La energía química consiste en la formación o rompimiento de los enlaces químicos de algunos elementos, dando lugar a otros elementos o liberando una energía química potencial.

Las reacciones químicas son los fenómenos visibles que más fácilmente podemos identificar en el mundo. Piénsese, por ejemplo, en la combustión o en la oxidación.

Energía calórica o térmica

Se trata de un tipo de energía que puede inscribirse dentro de la energía cinética. ¿Por qué? Porque, esencialmente, el calor de un cuerpo consiste en el movimiento de las partículas que componen un cuerpo y no se perciben visualmente.

De modo que las partículas de un cuerpo cuya temperatura sea menor en relación con la temperatura de otro cuerpo tendrán menor velocidad que las partículas de este segundo cuerpo.

Energía eléctrica

Sin duda es el tipo de energía más evidente en nuestras actividades diarias, dada nuestra tendencia a utilizar electrodomésticos y aparatos electrónicos.

La energía eléctrica, definida como la diferencia de potencial entre dos puntos (posible gracias al flujo de electrones libre en un material conductor), se presenta en dos formas.

Electricidad estática

Esta aparece cuando un cuerpo tiene un exceso o una sobrecarga de electrones (una determinada carga electrostática) y los transfiere bruscamente a otro cuerpo.

Electricidad dinámica

Acá, como nos lo revela su nombre, la carga eléctrica está en movimiento: los electrones libres viajan por uno o varios materiales conductores que forman un circuito cerrado.

Energía electromagnética

La energía electromagnética es aquella almacenada y presente en un espacio debido a la presencia de un campo electromagnético. Normalmente se expresa en términos de energía eléctrica y energía magnética. Pero eso no es decir mucho.

Tal campo electromagnético genera energía debido al movimiento de partículas eléctricas y magnéticas. Este movimiento es conocido como ondas electromagnéticas. En la actualidad, la energía electromagnética tiene muchísimas aplicaciones, que más adelante comentaremos.

Por el momento, antes de conocer cuáles son los tipos de energía y cuál es su modo de presentarse en casa, vale la pena conocer cuáles son las propiedades de la energía en general.

Propiedades de la energía

En la escuela siempre se nos habrá insistido en que “la energía no se crea ni se destruye, solo se transforma”. Se trata máxima muy cierta que es ampliamente conocida, en ella se sintetizan las cuatro diferentes propiedades de la materia.

  • Se transforma: no surge espontáneamente de la nada: pasa de un tipo a otro, de mecánica a eléctrica, por ejemplo.
  • Se conserva: no puede destruirse, se conserva cambiando su forma; como la energía eléctrica que pasa a ser lumínica: sigue habiendo energía, pero en otra forma.
  • Se transfiere: la energía puede pasar de un cuerpo a otro; piénsese en el calor, por ejemplo.
  • Se degrada: aunque la energía no puede destruirse, sí puede degradarse.

¿Cómo puede degradarse? En los procesos de transformación, por ejemplo de un generador eléctrico que transforma la energía mecánica en eléctrica, no toda la energía se transforma de forma eficiente en electricidad. Parte de esta energía se convierte en otras formas no deseadas, como ruido, calor o vibraciones.

Tipos de energía en el hogar

Podría decirse que nuestros empeños por lograr una vida más confortable consisten en redirigir a la naturaleza. La amoldamos, le damos forma, la adaptamos. De la madera hacemos una cama o una silla, o usamos la fuerza del viento para mover un molino; bajo parámetros propios de estética, de funcionalidad, eficiencia y otros similares, adecuamos la materia y la energía a nuestro mundo humano.

Y el espacio del mundo humano, habitualmente, el hogar. Acá es en donde se encuentran de primera mano las principales máquinas, dispositivos, herramientas, aparatos y artificios que, de una forma u otra, hemos adaptado para facilitar o mejorar nuestra existencia.

Estos elementos han sido diseñados justamente para redirigir la fuerza y la energía que parece tan indomable en la naturaleza.

Piénsese. por ejemplo, en una lavadora: su funcionamiento se aprovecha de las fuerzas centrífuga y centrípeta. Y hay que ver que la fuerza centrípeta, que es una forma de energía cinética, la encontramos y la conocemos en el mundo como fuerza de gravedad.

Igual pasa con la energía eléctrica. En la naturaleza, su más evidente manifestación es el rayo. Pero hemos sabido manipular tan energía, dándole un cariz amigable y confiable tras el tomacorriente.

El caso de la energía electromagnética es especialmente encomiable hoy por hoy. El espectro electromagnético se divide en regiones en virtud de la frecuencia y la longitud de onda de energía.

Así, pueden clasificarse radiaciones ionizantes y no ionizantes. Entre los primeros encontramos los rayos X o los rayos GAMMA. Pero entre estos últimos, los no ionizantes, encontramos la energía de que se valen televisores, radios, hornos microondas, y teléfonos móviles.

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